Moisés



Un día nació un niño israelita y a su madre le daba mucha pena tirarle al río. Entonces, decidió hacer una cesta de paja, meterlo en ella y dejarlo flotando en el agua. La cesta con el niño fue bajando por el río y, al pasar cerca del palacio del Faraón, donde estaba bañándose su hija, le gustó tanto que lo tomó en sus brazos y se lo quedó como si fuera hijo suyo. Le puso por nombre Moisés, que quiere decir «salvado de las aguas».