La tempestad


Otro día, Jesús y sus discípulos atravesaban el lago. Era al atardecer y Jesús, cansado de predicar, iba durmiendo en la barca. De pronto se levantó una tormenta terrible y las olas cubrían la barca. Los discípulos se asustaron mucho y lo despertaron diciendo: «Señor, sálvanos, que nos hundimos».
Jesús les contestó: «¿Por qué tenéis miedo? ¿No sabéis que estoy con vosotros?». Entonces, se levantó y le dijo al viento: «¡Párate!». Inmediatamente, se calmó el viento y el mar quedó en calma, como un espejo. Los discípulos estaban admirados y muy contentos.